¿Hay algún restaurante más cool en Puerto Escondido? Una vistosa estructura construida con vigas de madera, un bar retroiluminado y un viejo árbol extendiendo sus ramas por encima de las mesas: este espacio luminoso con la elegancia de un jardín zen japonés no puede ser más fotogénico. La cocina, por su parte, es familiar, condimentada en su punto y bien presentada: crujientes tostadas de ribeye a la sartén, cuadros de atún recubiertos de ajonjolí y expresivas salsas que mejoran todo lo que tocan. Podrás hacer una comida entera a base de aperitivos o seguir con un chile relleno de verduras y bañado en una suave salsa de chile manzano. Aunque la oferta de cócteles es reducida y limitada prácticamente a los clásicos, los camareros agitan y remueven con notable habilidad.